He comenzado bien el año. Los reyes me han regalado un buen pellizco de dinero, a cambio de un pequeño disgusto, pero pasajero. Cuando me han dado la noticia, llevaba un collar con una piedra: aguamarina. Así que, de eso vamos a hablar hoy, de la aguamarina.
Dicen que la aguamarina proporciona calma frente a la tempestad. al igual que el mar calma los ánimos (¡quién no se ha quedado embobado viendo las olas del mar!), la piedra es capaz de transmitir serenidad. Por eso, se recomienda su uso a quien está sometido a grandes cargas de stress. Si la puedes llevar encima todo el día en forma de colgante o simplemente en un bolsillo, mejor que mejor.
También se dice que es la piedra de los marineros, y que la utilizan aquéllos que se marean viajando en barco o avión. También trae la buena suerte (¡a mí me la ha traído!).
Aporta felicidad y bienestar: se dice que provoca la sonrisa y la alegria de las personas que la llevan. ¿Qué más? Nos produce paz y sosiego. Fortalece el sistema nervioso central, el hígado y los riñones; cura las impurezas de la piel, indicado para los dolores de la nuca, mandíbulas y dientes, así como las afecciones de la garganta; abre los chakras del entrecejo, del plexo solar y del bazo, y es afín a los signos de aries, tauro, géminis, cáncer, leo, virgo, libra, acuario y piscis.
Año nuevo, y fuera stress. Ya sabes, puedes con una aguamarina.
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